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¿Qué hacer en caso de tormenta?

Tormentas eléctricas. Rayos y consejos.

Siempre nos hemos sorprendido ante el poder de la naturaleza, como podría ser la caída de rayos durante una tormenta eléctrica, y es que la humanidad siempre ha sentido respeto ante este fenómeno meteorológico. Imagínate paseando por el monte, llega la tarde, de repente se cubre todo el cielo y empieza a caer un buen chaparrón. Cuando se trata de tormentas eléctricas los rayos, el viento, el granizo y las inundaciones pueden amenazar y traer graves consecuencias a infraestructuras  y a la vida de personas y animales. Pero los rayos también pueden suponer un riesgo para los incendios forestales si no ha llovido mucho y el terreno está seco. Por ello, resulta muy importante la prevención y vigilancia para evitar incendios provocados por estas causas naturales.

Según el sistema de detección mundial de meteorología, en el mundo se producen diariamente unas 44.000 tormentas y más de 8 millones de rayos. Las tormentas suelen generarse en las tardes de verano cuando la superficie se calienta. El aire húmedo y caliente se eleva generando una atmósfera inestable. Las grandes nubes que caracterizan a una tormenta eléctrica son los cumulonimbos. Los rayos se producen generalmente cuando las partículas de hielo caen de una nube a gran altura liberando energía por la diferencia de carga entre las partículas de la tierra y de las nubes. Se trata de una descarga de electricidad estática que emite una luz (relámpago) acompañada por un sonido (trueno). Los rayos pueden medir 5 km de longitud, aproximadamente, por sólo 1 cm de anchura pudiendo producir una descarga de hasta 100 millones de voltios.

Fuente: pasionporvolar.com

Recomendaciones y consejos de seguridad

Aquí puedes encontrar algunas recomendaciones y consejos de seguridad para saber qué hacer y cómo actuar ante una tormenta eléctrica:

1) En primer lugar, repasaremos cuál es la fórmula para calcular mentalmente la distancia aproximada a la cual se encuentra la tormenta. La velocidad de la luz es de 300.000 km/s y la del sonido 300 m/s; si contamos los segundos que pasan desde que vemos el relámpago hasta que escuchamos el trueno y lo dividimos entre 3, obtendremos los km a los que se encuentra la tormenta: Distancia (km)= nº segundos/3. Para saber si la tormenta se acerca o se aleja, podemos realizar el cálculo dos veces en un intervalo de tiempo de unos minutos y comparar. Conviene recordar la regla del 30: si se cuentan menos de 30 segundos todavía hay riesgo, por otra parte, se aconseja esperar en el refugio 30 minutos después del último trueno. Se han dado casos en los que el rayo ha caído a más de 20 km de distancia de la zona de descarga.

2) Si se nos aproxima la tormenta, debemos alejarnos de lugares altos y zonas de montaña e intentar buscar refugio. Pero cuando tenemos la tormenta encima, conviene tomar una serie de precauciones importantes: nunca correr y menos con la ropa mojada, evitar espacios abiertos, alejarse de pinos u objetos metálicos, apagar el móvil y desconectar cualquier aparato eléctrico. Recordemos que el agua y el metal son conductores de electricidad, y que el rayo siempre busca el camino más corto al suelo.

3) Dentro de una casa estamos protegidos ante la tormenta, sin embargo, algunos consejos por precaución podrían ser: cerrar puertas y ventanas, apagar aparatos electrónicos y alejarse de chimeneas y objetos metálicos. En las zonas urbanas el riesgo es menor que en las zonas rurales, ya que tienen altos edificios y más pararrayos. A pesar de ello, el coche sigue siendo el lugar más seguro ante una tormenta (siempre que estén las ventanas cerradas, el motor apagado y la radio desconectada) debido a que nos protege por el efecto jaula de Faraday, y también, los neumáticos al ser de goma actúan de aislante.

4) En el peor de los casos, existen una serie de síntomas o avisos de la caída inminente de un rayo: cosquilleo en la piel, zumbido de objetos metálicos; o sobretodo, que los pelos se erizan. Si se observa alguna de estas señales hay que adoptar rápidamente la posición de seguridad, que consiste en quedarse agachado de cuclillas y con las manos en las rodillas tocando el suelo tan sólo con los zapatos. Y es que aunque nos parezca algo imposible el sufrir el impacto de un rayo, conviene andarse con ojo ante una tormenta eléctrica, recordemos el dicho de “es más fácil que te caiga un rayo a que te toque la lotería” (a modo de ejemplo, la probabilidad de que te caiga un rayo en España es de una entre diez millones, mientras que la probabilidad de que te toque la primitiva es de una entre catorce millones). Aún así el riesgo de sufrir el alcance de un rayo es muy bajo. Y su impacto es siempre mortal? No siempre, pero puede dejar graves secuelas. Aproximadamente y según las estadísticas, de entre las personas que sufren el impacto de un rayo, el 30%  mueren y el 70% restante quedan con discapacidades

Fuente : proteccioncivilsariegos.blogspot.com

Y en el futuro . . . ¿ habrán más tormentas? Según los científicos, el cambio climático podría intensificar las tormentas e inundaciones extremas, y podría provocar un incremento del 50% en el número de tormentas a finales de siglo. Según el profesor David Romps (Universidad de California) con el calentamiento aumenta el vapor de agua en la atmósfera, las masas de aire caliente suben más rápido, y ello generará más tormentas eléctricas que a su vez provocarán más incendios y víctimas mortales.

Fuente: www.ecologianomada.com